El Biomagnetismo Médico o Par Biomagnetico es una técnica descubierta por el Dr. Isaac Goiz Durán que utiliza pares de imanes colocados en diversos puntos concretos del cuerpo para reequilibrar de este modo el pH y eliminar virus, bacterias, hongos y parásitos diversos, ayudando al organismo a recuperar su salud de un modo natural, limpio y muy rápido.
La salud de nuestro cuerpo va unida a un pH o nivel de acidez cercano a la neutralidad. Cuando se da una infección o una disfunción, el pH de la zona afectada se ve alterado, volviéndose pues ácido o alcalino. Al mismo tiempo, el pH de otra zona se polariza en la dirección opuesta, ya que el número total de iones H+ y OH- en el cuerpo debe ser idéntico. De este modo se forman en el cuerpo Pares Biomagnéticos compuestos por dos polos opuestos que entran en resonancia biomagnética.
El foco ácido o positivo favorece el desarrollo de virus y de hongos, mientras que en el foco alcalino (negativo) se desarrollan bacterias y parásitos. Asimismo, los microorganismos se asocian en simbiosis para crear su patogenicidad. Esta es una de las principales innovaciones del Par Biomagnético con respecto a la medicina convencional.
Y estos desequilibrios de pH están asociados a una gran mayoría de enfermedades, desde disfunciones orgánicas y enfermedades simples hasta degenerativas, tumorales y complejas o crónicas.
El terapeuta de biomagnetismo es capaz de identificar, siguiendo los protocolos diagnóstico-terapéuticos, los pares alterados, los cuales están relacionados con microorganismos concretos. Y no sólo puede precisar la etiología de una enfermedad. Al colocar la polaridad positiva o negativa de los imanes en los focos ácidos o alcalinos de los pares desequilibrados, puede reequilibrar también el pH del organismo y llevarlo a la neutralidad. Y en estas condiciones de neutralidad, los microorganismos patógenos no van a poder sobrevivir y el paciente se curará la mayoría de veces de una manera natural, limpia y generalmente rápida.
Hoy en día hay identificados unos 300 pares, cada uno asociado a un microorganismo o una patología. Y estos pares pueden además combinarse entre sí, aumentando de este modo enormemente las posibilidades de pares combinados. Es por ello que no existen dos enfermos iguales. La medicina suele clasificar las enfermedades de acuerdo a una sintomatología (laringitis, bronquitis, gastritis, síndrome tal o cual, etc). Pero por el contrario, el biomagnetismo no se centra en la sintomatología de la enfermedad, sino en la causa que produce esa enfermedad. Cuando el terapeuta logra reequilibrar esa causa, la sintomatología tenderá a desaparecer progresivamente.
El biomagnetismo puede abordar con éxito una gran mayoría de enfermedades, bien osteoarticulares, nerviosas, autoinmunes, disfuncionales, respiratorias, dermatológicas, cardiovasculares, hematológicas, gastrointestinales, renales, hepáticas, ginecológicas, genitourinarias y venéreas, bucales, oculares, tumorales, etc.
Pero lo más importante es su valor preventivo. La medicina alopática no reconoce las enfermedades hasta que no aparece el primer síntoma o signo que el médico pueda detectar. Mas si un paciente se hace chequeos biomagnéticos con periodicidad, no albergará pares biomagnéticos durante mucho tiempo en su cuerpo. Y por consiguiente, los microorganismos no tendrán opción de asociarse entre sí. Y al no poderlo hacer, la sintomatología no llegará a desarrollarse, al menos no de manera virulenta, agresiva, degenerativa. La enfermedad simplemente no aparecerá en la mayoría de casos.
Cuando los estados faciliten que su población se haga chequeos biomagnéticos preventivos con periodicidad, podrán ahorrar enormemente en costes de fármacos y material. Y la calidad de vida de los ciudadanos podrá aumentar enormemente.
El Par Biomagnético no tiene nada que ver con la magnetoterapia. El primero usa pares de imanes y equilibra el pH del organismo para prevenir, diagnosticar y curar todo tipo de enfermedades, mientras que la segunda comercializa aparatos o equipos para lograr fines que son solamente paliativos.
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